Tengo muchas cosas que contar, desde lo más anecdótico hasta certezas interiores, por lo pronto tengo claro que ah sido un regalo de Dios y que espero repetirlo, me dicen que el número de "reincidencia" en el camino de Santiago es de casi un 90%, sin duda que el otro 10% no ha vuelto por falta de ocasión, no por falta de ganas.
En fin, primera idea a compartir sin orden ni concierto pues no fue cronológicamente el primer evento a tomar en consideración, pero si marcó en mi cierta tonalidad para el resto del camino... aún el que sigue tras haber salido de Compostela.
Las señales más típicas en el camino. |
Pero solo en un punto del camino, ya con las piernas muy conscientes de su existencia y a punto de la huelga llegamos a un punto en que el camino se dividía y no veíamos la señalización que ya nos era tan familiar, "es que TIENE que estar por aquí", y nada, mirar allá, acá... ningún peregrino se veía en los caminos que se nos presentaban (quizás viendo por donde se habían lanzado unos, nos hubiésemos lanzado nosotros también). Nada de mojones, ni de conchas, ni de flechas, nada de camino amarillo.
Y el cansancio aunque no era algo de grado dramático, no era tampoco como para caminar ambos "haber cuál es el bueno", pues teníamos una meta, llegar a determinado pueblo en que ya estaba una de nuestras mochilas en el albergue y en el que asistiríamos a misa... ¿por cuál camino?
Separarnos para ver cada uno por su lado no era una opción en nuestro caso, pues hacíamos ese camino juntos. Entonces, retroceder un poco, quizás habíamos ignorado algo, quizás ya habíamos pasado la señal, quizás habíamos entendido mal la señal anterior... quizás...
En la parte de abajo de la foto se puede ver una GRAN flecha formada con piedras |
¿Encuentran la relación con lo que puede pasarnos en la vida diaria? A veces no es que nos falten señales, lo que puede faltarnos es la disposición para reconocer las señales que nos llegan y no solo las que esperamos, es decir, libre de pre-juicios. Y cuántas veces descubrimos que, de hecho, ya estamos en la respuesta, ya estamos en el camino correcto. Decía San Agustín a Dios "Yo te buscaba fuera y Tú estabas dentro".
Así que, atentos, ojos abiertos y corazón dispuesto. Y siempre encontraremos la señal para la siguiente etapa en nuestro camino.
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