Sin pretender la claridad que ni bien dormida suelo tener, dejo aquí dos sencillas ideas al hilo de lo visto hoy. En el vuelo Madrid - Múnich sobre volamos los Alpes y volví a ver sus nieves eternas. Una maravilla. Y los ríos que se forman con el deshielo forman ríos preciosos, en sus orillas, durante siglos, han dado origen a pueblos, han sido y son razón de mucho de la belleza y destino de la zona. Todo eso nace del frío, del aparentemente estéril hielo.
Y me hacía la siguiente reflexión, cuántas veces en distintas facetas de nuestra vida hay frialdad, de esa que no hemos buscado y duele. Si es causada por nosotros, no hablar, hay que salir de ahí... Pero ¿y si ha sido permitida por Dios? De ese frío y de ese hielo Él sacará agua, ríos, vida, belleza y prosperidad para muchos.
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