Al igual que en "El niño de la pijama de rayas", hay descripciones sumamente ingeniosas por su sencillez, de las que nos hacen asentir con la cabeza mientras leemos el libro y pensamos "sí, así es y no podría ser de otra manera". Repito, que con mínimos datos de cultura general, aún siendo una novela, el mérito no está en el suspenso sobre las identidades, sino en las relaciones interpersonales de los personajes. Quizás a más de uno le parezca un libro con cierto tinte de pesar, pero a mi me ha parecido muy humano, si uno va aprendiendo a valorar también el dolor y las pruebas dentro de la maravilla que es vivir, disfrutará aún más del relato.
Sugiero valorar mucho la personalidad de los personajes (sobre todo los dos protagoinistas y la familia imperial), ya que por encima de una visión simplona, es interesante entender a cada uno desde su contexto, así se comprenden reacciones (aunque no se justifiquen...), se interpreta mejor la obra literaria... y de paso se practica para la vida...
Sin duda, es un libro que recomiendo para pasar un muy buen rato. Vale la pena también seguirle la pista a este joven escritor irlandés.
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