sábado, 26 de febrero de 2011

Mañana... no te lo puedes perder "Corazón dominguero" Domingo de la octava semana del tiempo ordinario del ciclo A


"Yo no te olvidaré". Casi podríamos decir que esta es una preciosa síntesis de la liturgia de mañana.

En tiempos tan revueltos como los actuales (fuertes desequilibrios morales, económico, políticos, sociales...) puede brotar en nosotros cierta ansiedad, una inseguridad latente, una desconfianza casi sistemática ¿En quién puedo confiar realmente? 

Dejémonos conmover por la Palabra que Dios nos quiere decir. En esta ocasión no especificamos qué textos son de cada lectura. Centrémonos en tierno y paternal mensaje, descancemos ahí el propio corazón. ¡Feliz domingo!

¿Es que puede una madre olvidarse, de su criatura, no conmoverse por el hijo de sus entrañas?
Pues, aunque ella se olvide, yo no te olvidaré.
Descansa sólo en Dios, alma mía...porque de él viene mi salvación ; sólo él es mi roca y mi salvación; mi alcázar: no vacilará. El es mi roca firme, Dios es mi refugio. Confiad en él desahogad ante él vuestro corazón.
Así, pues, no juzguéis antes de tiempo: dejad que venga el Señor. él iluminará lo que esconden las tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno recibirá la alabanza de Dios.
No estéis agobiados por la vida, pensando que vais a comer o beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad a los pájaros: ni siembran, ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?
Ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todo eso. Sobre todo buscad el reino de Dios y su justicia; lo demás se os dará por añadidura. Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su propio afán.

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